Puente viejo, cansado,
puente al ras del piso,
al vuelo inerte de los sueños.
Aquel puente intruso entre la gente,
Frío
que no lastima
en una ciudad que no es esta,
a calle cuesta
arriba,
noche familiar.
Camino con mi vida
cuadra a cuadra,
y al acecho de los baches,
nadie levanta la cabeza,
asienten en silencio el peligro
y caminan así, en harapos,
con el pelo duro,
sombríos en la ciudad,
y a pesar de si mismos,
y de la sombra que intercala las veredas.
A espaldas de
hoy
camino con la precisión justa,
el miedo a flor de piel,
los veo venir, me huelen,
se van,
nacen en cada esquina,
detrás de cada paraíso
al costado del camino,
no tienen rostro ni ocupación,
prófugos de todo oficio
pasan golpeándose los hombros,
y hay algo bajo el agua,
en esta noche,
en este barrio.
Más a prisa que el mundo
Entre sacos y mochilas
Paso a paso,
Bajando al río
Vértigo Francia
A media luz, te escucho
Esa caricia,
nítida sobre el sueño,
en el río
Un coro altruista llora,
escriben la tierra,
monumento celestial.
Ha muerto, refugiado
en el mástil,
lejos, en la urbe,
silenciada la voz,
Y tapado en agua
decora la postal,
delfín en movimiento,
acuarela del olvido.
Y entre el oleaje
te escucho.
y hablamos tanto
que se yo,
sólo tu voz mansa y tibia
en el cemento de aquel puente,
sólo aquel escudo sonoro
a través de la muerte.
Maxi Sack
17/08/11